Uso de armas biológicas.

Un arma biológica — también conocida como bioarma o arma bacteriológica — es cualquier patógeno (bacteria, virus u otro organismo que cause enfermedades) que se utiliza como arma de guerra. Utilizar productos tóxicos no vivientes, incluso si son producidos por organismos vivos (por ejemplo, toxinas), es considerado como una arma química bajo las provisiones de la Convención de armas químicas. Un arma biológica puede estar destinada a matar, discapacitar o impedir seriamente a un individuo como a ciudades o lugares enteros. También puede ser definida como el material o defensa contra tal empleo. La guerra biológica es una técnica militar que puede ser usada por Estados-nación o por grupos no nacionales. En el último caso, o si un Estado-Nación la usa clandestinamente, también puede ser considerado como bioterrorismo.



Función
Las armas biológicas son utilizadas para causar daño a las personas, de igual manera son utilizadas para matar, incapacitar e impedir seriamente a un enemigo. Así como también pueden dañar a los animales y los alimentos que consumimos día a día. Son la respuesta lógica a la necesidad de destruir o incapacitar a un enemigo sin acabar con sus armas o la zona en la que se encuentra que puede ser la razón de la disputa.



Formas de dispersión.
La mayoría de los agentes biológicos son difíciles de cultivar y mantener. Muchos se descomponen rápidamente cuando están expuestos a la luz solar y otros factores del medio ambiente, mientras que otros, tales como las esporas de ántrax, tienen una vida larga. Pueden dispersarse rociándolos en el aire o infectando a los animales que transmiten la enfermedad a los humanos a través de la contaminación de los alimentos y el agua. La dispersión de este tipo de armas es también compleja, dada la fragilidad de los entes vivos que la componen, y suele realizarse de las siguientes formas:
Aerosoles – Agentes biológicos que se dispersan en el aire, formando un rocío fino que puede extenderse por millas, normalmente lanzados desde aviones o mediante bombas o misiles. Inhalar el agente puede causar enfermedades en las personas o los animales. Este es el método militar estándar.
Animales – Algunas enfermedades se propagan por medio de insectos y animales, tales como pulgas, ratas, moscas y mosquitos. Deliberadamente propagar enfermedades a través del ganado también se denomina agro-terrorismo.


Contaminación de los alimentos y el agua – Algunos organismos y toxinas patogénicas pueden persistir en los suministros de agua y alimentos, o ser arrojados deliberadamente a los mismos. La mayoría de los microbios pueden matarse y las toxinas pueden desactivarse cocinando los alimentos e hirviendo el agua.
En los Estados Unidos, a finales de 2001, esporas de ántrax (siendo este su nombre americano, en España es conocido con el nombre de Carbunco), fueron enviadas por correo a personas del gobierno y los medios de comunicación. Estas esporas son elaboradas en forma de un polvo blanco. Las máquinas de clasificación de la correspondencia postal y el abrir las cartas dispersó las esporas en forma de aerosoles. Ocurrieron algunas muertes como resultado de esto. El efecto era interrumpir el servicio de correos y causar pánico general entre el público con respecto al manejo de la correspondencia entregada.



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